Ocho Pasos para mejorar el matrimonio
Ocho Pasos para mejorar la 2da mitad del matrimonio.
Dr. Serafín Contreras Galeano
1. Cancele los archivos del ayer y decida aceptar a su cónyuge. Muchas parejas pareciera que les encanta vivir del pasado. Tienen archivos completos, archivos empolvados, saturados de telarañas y polilla, pero ahí están para acariciarlos cada vez que un nuevo conflicto se genera. La Biblia dice que Dios ha olvidado nuestros pecados y él desea que aprendamos de él y vivamos como él. No podremos probar el último vino si aún probamos el ajenjo de nuestros quebrantos y debilidades. Somos débiles, humanos, pecadores e imperfectos y sin embargo vivimos a veces mirando nuestro cónyuge como el malo y pecador y nosotros los perfectos, santos e intachables. Es nuestra decisión escoger el camino mejor o el peor. Cada vez que decides perdonar un nuevo amanecer comienza.
“El Ayer es historia, el hoy es un presente y el mañana es un misterio” Autor Anónimo.
2. Decida ser un compañero del alma y no simplemente un cónyuge más. Es increíble la cantidad de matrimonios que viven como matrimonios, pero no han desarrollado la habilidad de ser amigos íntimos y compañeros del alma. Con quién mejor podemos compartir nuestros secretos, anhelos, sueños e ilusiones si no es con la persona con quien dormimos, comemos, batallamos y anhelamos? Necesitamos redescubrirnos y encontrarnos en medio de la selva de falsas expectativas y deseos egoístas.
“Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella” . Proverbio egipcio.
3. Cultivemos la comunicación el alma y del espíritu. Comunicación sigue siendo un desafío entre los seres humanos. Especialmente en el matrimonio. En un mundo donde las comunicaciones han avanzado a lo satelital, digital, cibernético y futurista, seguimos adoleciendo de la pura y cristalina comunicación del alma y del espíritu. Es la comunicación que va más allá de lo que vemos y oímos, más allá de las heridas y cicatrices, más allá de las barreras y los prejuicios. Pero más cerca del corazón y el espíritu. Es discernir nuestros espíritus bajo la guianza del Espíritu de Dios.
4. Aprendamos a usar los conflictos y el enojo para construir y crecer y no para autodestruirnos. Los conflictos no son malos, el enojo no es negativo, es cómo lo usamos. Los conflictos y el enojo en el matrimonio son como los obstáculos en la pista del deportista que se siente desafiado a vencerlos para ganar la medalla de oro. El deportista no patea los obstáculos, no los destruye sino que los ve como el desafío entre él y su meta. El buen vino comienza a fermentarse cuando decido construir mi relación. Pablo lo expresó de esta manera: “Enojaos,(La orden es explícita, tienen el permiso de Dios para enojarse) pero no pequéis (No se autodestruyan), no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Ponle plazo al conflicto y al enojo decidiendo cuando construir).
5. Deléitese en su pareja. Mire su cónyuge como alguien creado a la imagen de Dios. Sí, tiene defectos, es imperfecto(a), pero la imagen de Dios está allí en lo profundo del corazón. Haga una lista de las cosas buenas que su cónyuge tiene y deléitese en eso. Comparta sus intereses, entretenimientos y sus detalles. Viva para el otro y te encontrarás tú mismo en el camino.
6. Siembre el romance, riegue la intimidad y disfrute el sexo con su pareja. Tres cosas son determinantes en el proceso de encontrarse con el buen vino al final. Romance, Intimidad y Sexo. Recuerde cuando eran novios, recuerde lo que hacías para ser romántico. Vuelva a sembrar esas semillas, vuelva a llevar esas flores, escribir esas notitas, compra ese helado, reconoce esos esfuerzos y abra esa puerta del carro. Intimidad no es sexo, es la capacidad de expresar ternura sin terminar en sexo y finalmente disfrutar de la vida sexual con sorpresas, dulce y sana picardía, y el romper la rutina para reavivar el fuego de la pasión que se ha estado apagando.
“El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno”. Gabriel García Márquez (1927-?) Escritor colombiano.
7. No se esclavice con sus hijos adultos, sus nietos ni sus padres ancianos. A veces tenemos que enfrentar el desafío de tener hijos adultos en casa cuando deberíamos estar solos, atender nietos o cuidar de nuestros padres. Si no hay otra opción, hagámosla de corazón, pero no se esclavice. Ponga límites claros y distribuya responsabilidades y abra un espacio para su privacidad y su disfrute. NO se sienta culpable si alguna vez tiene que decir NO. Si tienen que viajar para disfrutar hágalo sin sentirse culpable. Haga sentir que usted está dispuesto a poner una parte en el proceso de convivir con ellos, pero que no la tiene toda la responsabilidad. Un paréntesis en la vida abre la puerta para un refrigerio del alma.
8. Invente, Aprenda y Disfrute actividades compartidas. Nunca dejemos de crear porque Dios es creador, nunca dejemos de aprender porque la vida es extensa y nunca debíeramos dejar de disfrutar porque la vida es un postre. Hay tantas cosas que podemos hacer juntos y que le dan sabor al buen vino. Leer juntos y platicar del tema, escalar una montaña si nunca lo hemos hechos, pescar si no ha sido una experiencia vivida, caminar bajo la lluvia sin correr para no mojarnos, recordando cuando eramos niños, inventar nuevos platos y tener esa cena prohibida a la luz de los cándiles, plantemos las flores que no hemos podido, es bueno reírnos de nosotros mismos y volvamos a comenzar.
“No es verdad que el matrimonio sea indisoluble. Se disuelve fácilmente en el aburrimiento”. Chumy Chúmez (1927-2003) Humorista gráfico y escritor español.
Nunca es tarde para comenzar. El buen vino te espera. Ya has probado el vino regular de tu matrimonio y estás aburrido del agua insípida, expande tu alma a lo infinito y recuerda Dios está a tu lado listo a hacer el milagro. Recuerda, Dios hará lo que tú no puedes pero jamás hará lo que puedes. Él convertirá el agua en vino (porque tú no lo puedes hacer) pero él no preparará las vasijas ni las llenará ( porque esa es nuestra responsabilidad).
Preguntas de Reflexión
1. Algunos declaran que la primera mitad del matrimonio está dedicada a levantar hijos y a reaccionar a la educación que ellos recibieron de sus padres. ¿Está UD. De acuerdo con esta posición, o no? ¿Por qué?
2. ¿Por qué piensa que muchas parejas se divorcian pronto después que el último hijo deja el hogar? ¿Qué debería hacer la pareja si alguna cosa disipa o invierte esta tendencia?
3. Entre las cosas mencionadas para futuras actividades, a ¿qué apelaría UD. más y por qué ? ¿Está UD. Haciendo esto o necesita comprometerse a hacer esto más? ¿Qué tiene que hacer para comenzar a hacerlo pronto?
Fuente: serafincontreras.com
Nota: Toda la información incluida en este material se ofrece con propósito informativo. El contenido es de exclusiva responsabilidad del autor/fuente y no representa necesariamente nuestra opinión. Consulte siempre a un profesional especializado con respecto a sus inquietudes específicas sobre el diagnóstico y tratamiento de un desorden mental serio, que le afecte a usted o a algún familiar.
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