Una ordenanza de servicio
Monday, May 11, 2009 at 9:37AM
Una ordenanza de servicio
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"Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies, los unos a los otros. Ejemplo os he para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".
Juan 13:14,15.
Jesús avanzaba alrededor de la mesa, de izquierda a derecha, lavando el polvo de los pies contaminados de los discípulos. Como Judas se había acomodado en el primer puesto, Jesús le sirvió a él primero. "Juan, hacia quien Judas había tenido tan amargos sentimientos, fue dejado hasta lo último. Pero Juan no lo consideró como una reprensión o desprecio". El discípulo vio claramente el ejemplo que ofrecía la vida de Cristo, y cómo sus enseñanzas se manifestaban en su humilde acción. El mensaje era muy claro: "Servios unos a otros con amor" (Gál. 5:13). Jesús vino para mostrarnos al Padre. Dios nunca deja de prestar servicio. La misión que encomendó a su Hijo era un ministerio. "La única distinción se halla en la devoción al servicio de los demás". El mundo valora y pone énfasis en la glorificación propia, pero el cielo realza la necesidad de buscar y proteger el bienestar del prójimo. El mundo entero necesita nuestro ministerio. A nuestro alrededor hay enfermos, pobres y despreciados, y es el deber bendito de cada cristiano ser un siervo de la humanidad.
El que Cristo les lavara los pies, impresionó a los discípulos. Todavía no comprendían el significado espiritual del acto, pero el servicio humilde y tierno de Cristo los conmovió. Jesús se volvió a cubrir con su manto, y tomó su lugar con los demás en la mesa. "¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis 'Maestro' y 'Señor'. Y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies, los unos a los otros. Ejemplo os he dado, para que como os he hecho, vosotros también hagáis" (Juan 13:12-15). Aquí Jesús estableció el ritual que sus discípulos debían emular antes de participar en la Santa Cena. "El rito de lavar los pies es un rito de servicio. Este es el ejemplo que el Señor quisiera que todos practicaría". "Este rito es la preparación indicada por Cristo para el servicio sacramental. Mientras se alberga orgullo y divergencia y se contiende por la supremacía, el corazón no puede entrar en comunión con Cristo. No estamos preparados para recibir la comunión de su cuerpo y su sangre. Por esto, Jesús indicó que se observase primeramente la ceremonia conmemorativa de su humillación".
Cristo nos invita a servir a otros. Cada cristiano debe ser siervo de Su prójimo.
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