PROBEMOS AL SEÑOR
PROBEMOS AL SEÑOR
1
"Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde". (Mal. 3:10) ¿Obedeceremos a Dios y le llevaremos todos nuestros diezmos y ofrendas, para que haya alimento a fin de satisfacer las necesidades de las almas que sienten hambre por el pan de vida? Dios nos invita a ponerlo a prueba ahora mismo, cuando el año viejo se aproxima a su final; hagámoslo así y permitamos que el año nuevo nos encuentre con la tesorería de Dios reabastecida...
2
Él nos ha dicho que abrirá las ventanas de los cielos y derramará sobre nosotros bendiciones, hasta que sobreabunde. El empeña su Palabra: "Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos"(Mal. 3:11). De manera que su palabra constituye nuestra seguridad de que nos bendecirá de tal modo que llegaremos a dar diezmos y ofrendas aún mayores. "Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos" (Mal.3:7)
3
Hermanos, ¿Cumpliréis con las condiciones? ¿Ofreceréis en forma voluntaria, con gozo y abundantemente? Las misiones extranjeras necesitan los recursos que proceden de los Estados Unidos. ¿Pedirán en vano? Las misiones nacionales tienen gran necesidad de dinero; han sido establecidas por fe en diferentes lugares del campo. ¿Serán dejadas para que languidezcan y mueran? ¿No nos levantaremos para obrar? Que Dios ayude a su pueblo a hacer lo mejor que pueda.
No se corre ningún riesgo
¡Oh, qué seguridad benigna, plena y completa se nos da,Una causa de adversidad
5
RH, dic. 8, 1896.
Los mandatos de Dios van acompañados de promesas
6
El deber es el deber, y debe cumplirse por esa misma razón. Pero el Señor tiene compasión de nosotros en nuestra condición caída y acompaña sus mandatos con promesas. Pide a su pueblo que lo pruebe y declara que recompensará la obediencia con las bendiciones más ricas... Nos estimula a darle y declara que lo que él nos retribuya estará en proporción con los donativos que le hagamos.¡
El que siembra escasamente, también segará escasamente! (2 Cor. 9:6). Dios no es injusto para que se olvide de vuestro trabajo y de vuestras acciones de amor.
7 RH, dic.3, 1901.
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