Poder del amor
Poder del amor
El sargento, acabada la paciencia condujo ante el coronel al soldado terco y rebelde a toda disciplina.
-Mi coronel -explico ya lo he probado todo... No sé qué más hacer con él.
-¡Todo, todo..., ¿de veras?
-Mi coronel, todo; desde el calabozo a los bofetones, pérdidas de permiso, todo, todo... ¡todo!
-¿Has probado el amor?
-¿El amor? -preguntó extrañado el pobre sargento como si escuchase la mayor tontería.
-El amor Contesta el coronel. Luego, saliendo de detrás de la mesa, se puso al lado del soldado, le pasó el brazo por los hombros, le apretó contra sí, y le habló con bondad.
El soldado, turbadísimo acabó por bajar la cabeza avergonzado, mientras las lágrimas pugnaban por escapar de sus ojos. Temblorosa la voz confesó:
-Mi coronel... he sido malo... ahora lo veo... ¡Pero no voy a serio más, recordando su bondad y sus palabras...!
El poder del amor es tal, que cuando todo otro poder fracasa, él puede obtener la victoria.
Dios mismo, el Dios de toda sabiduría, cuando por la ley de sus Mandamientos, y por sus castigos no logró vencer al corazón rebelde del pecador, envió a su Hijo al mundo para hablarle con amor y para sufrir la cruz en prueba del mismo.
Nunca el temor de Dios habría alcanzado las incontables victorias que ha logrado Su Amor, en su trato con los hombres pecadores y rebeldes.
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