Codependencia: la adicción al amor
Tuesday, April 14, 2009 at 9:57AM
Codependencia: la adicción al amor
Suena la radio y un cantante anónimo de voz triste y suave repite sin cesar las mismas palabras: "nada tiene sentido si tú no estás". Tantas veces hemos escuchado frases como esta que ya apenas nos damos cuenta de su verdadero significado y el peligro que encierran.
La persona codependiente piensa que no puede vivir sin su pareja, se funde con ella hasta el punto de llegar a perder su propia identidad y vive para ella en vez de vivir su propia vida. Piensa que lo que siente es un amor inmenso, una pasión maravillosa y sin fronteras, pero no es amor eso, sino dependencia y adicción. Se enamora de repente, como en un estallido, un flechazo y, confundiendo el deseo con el amor, piensa que tiene delante a la persona ideal. No son conscientes de que darlo todo por la otra persona supone una negación de uno mismo y de los propios deseos y necesidades. El codependiente se deja a sí mismo completamente de lado para anteponer siempre a su pareja. Y de lado ha de quedar también todo sentimiento negativo. La rabia, el dolor, el sufrimiento...; todo esto lo percibe como una amenaza terrible porque podría llevarle a perder lo que más ama, lo que es toda su vida y todo su mundo: su gran amor. Hace todo lo posible por mantener la paz y niega el conflicto y la confrontación, sin darse cuenta de que negar el conflicto supone negar la intimidad. No podemos tener una relación íntima con alguien con quien no podemos discutir un problema o algo que nos hace enfadar. No hay manera de resolver un conflicto si una de las partes prefiere ignorarlo y la relación sólo puede darse a un nivel superficial.
El miedo al abandono es su mayor miedo
Pero no el único. También tiene miedo de su propia dependencia, de perder por completo su identidad cada vez que renuncia a sus propios valores, principios o aficiones, para adoptar los de su pareja, que son los únicos que importan. Niega sus sentimientos del mismo modo que se niega a sí mismo, le cuesta identificar en sí mismo los sentimientos negativos. Y esta represión de sentimientos se transforma en una necesidad de sentir a través de su pareja. Pero no puede tener nunca suficiente, pide más: más amor, más dedicación; "quiéreme como yo te quiero a ti", le exige. Trata de controlarla, manipularla, porque ahora la vida de su pareja le pertenece a él o ella: es su propia vida, y trata de convertir a esta persona en su amor perfecto, aquél que satisfaga todas sus necesidades y llene el pozo sin fondo de un amor insaciable. Trata de evitar que se aleje, no quiere que cambie, que crezca como persona por miedo a que despliegue sus alas y eche a volar. Tiende a crear dependencias hacia él o ella en los demás.
No encuentra nunca lo que busca porque en realidad eso que tanto anhela es su verdadero yo ; Ese yo que se perdió en algún rincón de su propia oscuridad, tal vez en su infancia, y que sólo podrá encontrar en su interior; nunca en los demás. Perdieron ese yo cuando abdicaron de su vida y de sí mismos porque se sentían avergonzados de ser quienes son, se consideraban personas vacías, sin sentido y sin valor. Carentes de la autoestima suficiente como para sentirse valiosos por sí mismos, por ser quienes son, por amor y aceptación de sí mismos, se lanzaron al exterior en busca de esa fuente de autoestima, de alguien que les demostrara que son valiosos y dignos de amor. Pero ese alguien tiene que demostrárselo una y otra vez, porque, de algún modo, perciben la fragilidad de esa identidad prestada, conscientes sólo en las sombras de que le han dado a la otra persona todo el poder necesario para hundirles en la desgracia más absoluta, robarles su identidad, transformarlos en seres insignificantes y sin valor con un simple rechazo, un "ya no te quiero"... Entonces sienten miedo, rabia, resentimiento, inmediatamente reprimidos. Se ven a sí mismos como seres altruistas y abnegados, dedicados a su pareja, a través de la cual definen su propia identidad, hasta que un día, por cualquier motivo, por muchos motivos, desaparece de sus vidas: "te abandono", le dicen. Y el codependiente escucha entre brumas las palabras más aterradoras que podría escuchar en toda su vida. Con su amante desertor se va todo su mundo, su vida se esfuma de repente, se queda solo. Mira a su alrededor y ve que no tiene nada, excepto el vacío, la desesperación, la incertidumbre. "La vida ya no tiene sentido", piensa, " todo lo que me importaba ha desaparecido". Y ya no sabe quién es.
Pero tarde o temprano el resentimiento y la frustración acaban emergiendo como resultado de ese miedo.
¿Cómo no estar resentido con la persona que tiene el poder de dejarle sin vida y sin identidad? Y a pesar de la tendencia a la represión no son infrecuentes los estallidos de cólera y rabia contra esa persona, a veces en forma de agresión pasiva. A esto hay que añadir que se ofende con gran facilidad ante la menor crítica, porque su valía como persona está en juego cada vez que alguien, sea quien sea, lo juzga. Entonces actúa de dos maneras: o le da la razón a los otros, en cuyo caso se siente estúpido y sin valor, o piensa que los otros se equivocan, en cuyo caso los ataca con fiereza para demostrar su error, hacerles aceptar que se han equivocado y restaurar así su autoestima perdida. Y todo esto puede ser más intenso con su pareja, ya que es la persona a la que más poder sobre su autoestima le ha dado.
En sus relaciones de pareja las cosas no ocurren como esperaban. En muchas ocasiones se sienten atraídos por personas que establecen también relaciones disfuncionales. Como si tuvieran un radar detector de gente con problemas, se enamoran de quien no deben, en ocasiones de alcohólicos y drogadictos a quienes poder "salvar". Porque para el codependiente no es suficiente sentirse amado: tiene que sentirse también necesitado. El alcohólico tiene un problema lo bastante grande como para justificar la necesidad de control de su pareja codependiente, la necesidad de centrarse en la vida de la otra y olvidar la propia. Sufre enormemente pero no sale de esa situación porque "le ama". En realidad es porque lo necesita; necesita alguien que dependa de él o ella tanto como para no poder abandonarle nunca. No establecerá una relación con alguien que no lo necesite de un modo exagerado y patológico, no mantendrá una relación con una persona psicológicamente sana que no se hunda en un abismo si su pareja la abandona. No piensa que alguien le pueda querer porque sí, por quien es y ha de basar su relación en una dependencia mutua. Por eso es el alcohólico su pareja ideal. Estas relaciones tienen, sin embargo, un lado positivo: al compartir ambos heridas semejantes, tendrán una oportunidad para sacar a la luz problemas no resueltos y solucionarlos... Si son capaces de darse cuenta...
El trabajo que tendría por delante en caso de emprender el camino que conduce a su identidad perdida es inmenso (aunque siempre posible): La persona codependiente tiene entre ella y los demás unas fronteras demasiado débiles. El miedo al rechazo de los otros, a desatar su rabia o a hacerles sufrir (sentimientos que piensa que podrían llevarla al rechazo o a la falta de aceptación) le impide ser asertiva y decirle a los demás que no va a tolerar ciertas cosas, que hay ciertas líneas que no deben cruzar: sus fronteras.
Tienen que aprender a ponerse en contacto con sus verdaderos sentimientos, a hacerse responsables de dichos sentimientos y de sus vidas, dejar de controlar a los demás, dejar de ser su sombra, aprender que no es egoísmo la libertad, que no es egoísmo tener en cuenta las propias necesidades. Tienen que dejar de buscar la fuente de su autoestima en los otros, de buscar la aprobación constante de los demás.
Cuando los demás están orgullosos de ellos, se sienten felices y su autoestima aumenta, y cuando los demás los desprecian se sienten desgraciados y su autoestima disminuye. De ese modo están dejando que los utilicen si lo desean, harán cosas que no quieren hacer por miedo a decir que no, se verán aceptando relaciones sexuales cuando en realidad no querían, aceptarán el abuso y los malos tratos porque "en el fondo me quiere". Debe aprender a quererse a sí mismo, porque de otro modo jamás conseguirá querer a nadie, sólo los utilizará, los necesitará para que le den el amor que no se tiene. "La paradoja de aprender a amarse a uno mismo es esta: cuanto más amor te das a ti mismo, más amor tienes para dar a otros. La cuenta del amor nunca se queda vacía", dice alguien anónimamente.
Contradependientes
Algunas personas, quizás las más capaces de percibir sus miedos, las que no logran reprimir sus sentimientos con tanta facilidad, reaccionan, aterradas ante su dependencia, y se transforman en contradependientes. Temen a la intimidad porque al ser tan débiles sus fronteras saben que pueden llegar a perderse en su pareja si se dejan enamorar, saben que van a sufrir de nuevo, como ha sucedido en el pasado y se alejan del amor y de la gente. Afirman no necesitar a nadie, no necesitar amor, encerrándose en la soledad, tal vez rodeados de gente, pero sin dejar que se acerquen a ellos lo suficiente como para llegar a algo más íntimo. Perciben la cercanía a los demás como amenazadora: "Me harán daño".
Mirar atrás puede ser parte de lo que tengan que hacer en su camino en busca de la identidad perdida. Heridas del pasado, errores transmitidos de generación en generación que se aprenden y se repiten una y otra vez mientras no haya un miembro de esa familia que se atreva a analizar en profundidad su comportamiento y el de sus padres para poder cambiar. Y lo peor es que a veces repiten lo mismo a pesar de ser conscientes de que no quieren hacerlo. El resultado es que lo hacen, pero por otro camino, con otras técnicas que utilizan para transmitir, al fin y al cabo, exactamente lo mismo: "no está bien hablar de los problemas; guardalos para ti"; "no está bien expresar enfado"; "no seas nunca egoísta"; "sé siempre fuerte y bueno"; "haz siempre lo correcto; no cometas errores"; "la aprobación de los demás es muy importante; tienes que gustarles; tienes que aceptarlos; no dejes nunca que piensen mal de ti"; "yo sé lo que te conviene; sé lo que necesitas, sé lo que es mejor para ti". Estas personas pueden necesitar mirar atrás no para buscar culpables ni para centrarse en el pasado y lamentar una y otra vez lo sucedido, sino para saber, para comprender, para cortar la cadena y no repetir nunca más.
Probablemente escucharon muchas veces la frase "eso no se hace" y les hicieron sentir vergüenza. Se sienten culpables porque lo que desean es diferente de lo que hacen, y van por el mundo con una enorme carga de estrés, con un enorme gasto de energía derrochada en esconder sus verdaderos sentimientos y su yo más auténtico. Están muy cansados...Piensan que está mal anteponer sus necesidades a las de los otros. Piensan que eso es ser egoísta, sin darse cuenta de que lo que están haciendo es considerarse menos importantes y valiosos que cualquier otra persona. Es normal y deseable preocuparnos por el bienestar de otras personas y ayudarles cuando está en nuestra mano. La clave está en los motivos por los que hacemos este tipo de cosas. Los codependientes quieren algo a cambio: intentan conseguir el amor y aceptación que necesitan de esa persona. No es un acto de amor, sino de dependencia.
Por supuesto, no hay nada malo en hacer un pequeño sacrificio de vez en cuando e ir a ese lugar al que no deseamos porque alguien a quien queremos nos lo pide, siempre y cuando nuestros motivos sean sinceros y no lo hagamos por miedo a perder el amor de esa persona o sentirnos rechazados o ser considerados malas personas. Negarnos a hacer algo que no queremos hacer es un derecho que la persona codependiente tiene que aprender a ejercer más que nadie. Solamente los niños merecen y necesitan un amor incondicional. En los adultos siempre traerá problemas. Sería muy injusto dejar de mencionar el lado positivo de la personalidad codependiente.
Tras sus problemas de dependencia se encuentra un fondo noble, amable y altruista. Son a menudo las personas más dulces, pero si su verdadero ser está siendo negado y escondido nunca lograrán usar esta forma de ser de un modo constructivo. Una vez recuperadas de su codependencia, son, sin duda, personas que cualquiera querría tener como amigas. Son fieles, dignas de confianza, tienen en cuenta la opinión de los demás y están ahí cuando las necesitas, para lo bueno y para lo malo, dispuestas a ayudarte cuando se lo pidas. Son atentas y saben crear y fomentar buenos sentimientos entre ellas y los demás. Son en sí mismas una paradoja, porque casi cualquiera podría quererlas.
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Características de los codependientes; Según el National Council of Codependence, las características de los codependientes son las siguientes:
1. Baja autoestima.
- No se ven como personas con valor ni sienten amor hacia sí mismos
- Se sientes heridos fácilmente
- Se sienten incómodos cuando les hacen cumplidos
- Se sientes solos y vacíos
- Su deseo de hacer las cosas perfectas los lleva a postergar
- Se juzgan a sí mismos con severidad
- Autocríticos; nada de lo que hacen los satisface por completo
- A menudo se comparan con otros
2. Control.
- Dificultad para expresar ciertos tipos de sentimientos (dolor, amor, rabia, miedo)
- No se dejan conocer fácilmente. Sólo cuentan aquello que consideran seguro
- Les cuesta reconocer sus errores
- Les cuesta pedir ayuda
- Tienen miedo a perder el control
- Su autoestima aumenta cuando ayudan a otros a resolver sus problemas
- Sienten resentimiento cuando otros no siguen sus consejos o no les permiten ayudarles.
3. Necesidad de complacer
- Compromete sus propios valores e integridad para complacer a otros
- No sabe decir "no" y si lo hace se siente culpable
- A menudo mantiene relaciones sexuales cuando en realidad no quería
- Gasta mucho tiempo fingiendo que todo va bien
- Piensa que hacer cosas para sí mismo es egoísta
- Siempre antepone las necesidades de los demás a las propias
- Hace lo que su pareja o amigos quieren que haga en vez de lo que él quiere
- No le dice a los demás que está enfadado
- No expresa sus verdaderos sentimientos porque le preocupa la reacción de los demás
4. Relaciones
- Cree en el amor a primera vista
- La gente que es agradable con ellos les resulta aburrida
- Piensa que sus problemas se resolverán si consigue que su pareja cambie
- No puede sentirse bien consigo mismo cuando su relación de pareja no va bien
- Se siente incompleto sin pareja
- Cree que los demás controlan sus sentimientos: pueden hacerle feliz, triste, enfadado, etc.
- Miedo al abandono o al rechazo
- Se siente responsable de los sentimientos de otros
- A menudo siente una rabia exagerada
- Necesita proteger a otros y sentirse necesitado
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La Agresion, Que Es?
Tuesday, April 14, 2009 at 9:53AM
La Agresion
Cuando observamos la conducta agresiva y violenta de tantas personas, son muchas las preguntas que se nos plantean. ¿Por qué actuamos así? ¿En qué condiciones? ¿Influye la violencia en televisión? ¿Qué factores promueven la agresión? En este artículo se intenta responder a estas y otras preguntas. En 1986, la revista Psychology today realizó la siguiente pregunta: si pudiera apretar un botón en secreto y eliminar a cualquier persona sin ninguna repercusión para usted, ¿lo haría? El 69 % de los hombres y el 56% de las mujeres respondieron que sí. La mayoría de las mujeres habría eliminado a jefes, ex maridos o ex novios y a anteriores parejas de sus actuales compañeros. La mayoría de los hombres preferiría eliminar al presidente o a alguna figura pública.
Una encuesta realizada en Estados Unidos durante los años ochenta mostró que el 15% de los estudiantes universitarios encuestados harían desaparecer la Unión Soviética si estuvieran seguros de que no habría represalias. Una acción como esta supondría la muerte de unos cien millones de personas. La agresión se define como el comportamiento que intenta hacer daño u ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios hirientes o bien físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones, etc. La palabra clave para definir la agresión es, por tanto, la intención de dañar y es además la que la diferencia de otros tipos de violencia, en la que el motivo puede ser, por ejemplo, la autoafirmación u obtener supremacía y que se define como la coerción física o psíquica ejercida sobre una persona para obligarla a hacer un determinado acto en contra de su voluntad.
Tipos de agresión
A veces el daño se infringe sin ningún otro motivo más que el de causar tal daño, como golpear a una persona arrastrados por la ira tras un insulto. En este caso recibe el nombre de agresión emocional u hostil. En cambio, cuando el daño se produce para obtener algo a cambio (impedir el ascenso de un competidor en el trabajo mediante difamaciones y calumnias; obtener dinero) recibe el nombre de agresión instrumental.
Agresión pasiva.
No hacer nada en absoluto podría considerarse también un tercer tipo de agresión, denominada agresión pasiva, cuando lo que se pretende es perjudicar a alguien. Por ejemplo, no avisarle de que se acerca por su espalda un coche que podría atropellarle. En estos casos la hostilidad se manifiesta de forma indirecta y no violenta. Es más frecuente en el trabajo, aunque también se da en otras situaciones sociales y en las relaciones de pareja. Un ejemplo sería "olvidarse" voluntariamente de hacer algo. Así, cuando un compañero de trabajo con muchas prisas nos pide que entreguemos por ellos un informe, nos "olvidamos" de hacerlo, lo que le supone una buena bronca del jefe (que es lo que en realidad pretendíamos). Quienes utilizan a menudo este tipo de agresión pasiva suelen ser personas con resentimiento hacia figuras de autoridad y con problemas para su reafirmación personal. No son capaces de afrontar un problema cara a cara y de forma directa, de modo que recurren a formas indirectas de tratar con la ansiedad y la frustración que sienten.
El origen de la agresión.
Algunos científicos, como K. Lorenz (1966), proponían una hipótesis que sostenía que la evolución ha propiciado que sobrevivan los más crueles y agresivos. Esto contrasta con la idea, sostenida por la psicología moderna, de que el altruismo puede ser también parte de nuestra herencia filogenética, ya que la conducta altruista favorece la supervivencia del individuo y la especie al ayudarse unos a otros. Las conductas altruistas se han observado también en otras especies: en un experimento realizado con monos que habían aprendido que sólo recibirían comida si tiraban de una cadena, se vio que cuando al tirar de dicha cadena observaban cómo otro mono de su misma especie recibía una descarga eléctrica, el 87% prefirió pasar hambre antes que herir a un compañero. Aquí habría que señalar que en un experimento parecido realizado con personas (en este caso las descargas eran fingidas) en el que un experimentador ordenaba a un sujeto aplicar descargas a un compañero como castigo, el 40% de los sujetos obedece. Por supuesto, ambas situaciones no son idénticas y tal vez no puedan establecerse comparaciones, ya que los factores psicológicos que intervienen pueden ser diferentes.
La sociedad ejerce también una gran influencia modelando estos comportamientos de forma diferente según las diversas culturas (en occidente, por ejemplo, la mayoría de las personas prefiere devolver el golpe, mientras que en China prefieren retirarse). Así mismo, cada individuo tiene la capacidad de ejercer control incluso sobre las conductas o motivaciones con un mayor condicionamiento biológico, como puede ser el hambre (en el caso de las dietas) o el sueño, cuando decidimos pasar la noche entera despiertos.
¿Qué desencadena la agresión?
Las diferencias interindividuales e intergrupales a la hora de manifestar o no un comportamiento agresivo, hace resaltar un aspecto importante en el estudio de la agresión: está en función de cómo las personas perciben e interpretan algún suceso o situación. Si se percibe un empujón como intencionado y hostil, hay más probabilidades de reaccionar de forma agresiva.
En el caso de la agresión instrumental, ésta es más probable cuando se percibe como rentable que cuando la vemos como potencialmente peligrosa para nosotros. Hay varios factores que pueden llevar a un aumento de las conductas agresivas. Uno de ellos consiste en pensar que la agresión es fácil o haberla utilizado con éxito en el pasado. Observar modelos agresivos que nos muestran cuándo y cómo la agresión puede tener éxito enseñan patrones de conducta agresivos que la gente puede imitar incluso si han sido castigados en los modelos, ya que una vez aprendido el comportamiento puede utilizarse en una ocasión en la que se piense que el castigo u otras consecuencias negativas son menos probables. También existen diferencias entre sexos, siendo los hombres más agresivos que las mujeres. La agresión parece más fácil y menos arriesgada para los hombres y suelen verla como menos peligrosa. Las diferencias en la educación así como características biológicas pueden estar influyendo también en estas diferencias entre sexos.
En la agresión emocional las recompensas y los costos suelen importar poco y la ira que se siente al percibir una provocación puede ser el desencadenante de la violencia. Como se ha dicho, la percepción de los acontecimientos es importante y a veces la agresión se produce sin que los demás sean capaces de reconocer el motivo debido a que sus interpretaciones de la situación pueden ser diferentes y no suponer para ellos un motivo de rabia. Aunque las primeras teorías sostenían que era la frustración (definida como el bloqueo en la consecución de un objetivo importante) la principal causa de la agresión, se ha visto que casi cualquier sentimiento negativo puede producir agresión. Entre estos sentimientos se encuentran, además de la frustración , la ira, el dolor, el miedo y la irritación. Las situaciones que pueden llevar a experimentar estos sentimientos son amplias y entre ellas se encuentran el calor o el frío excesivos, el hacinamiento, el ruido elevado y hasta olores desagradables.
La agresión no siempre se dirige, necesariamente, hacia la persona que nos ha provocado. A veces se desplaza de su verdadero blanco a otro que se considera más seguro, como cuando la rabia dirigida hacia un jefe que podría despedirnos se expresa dándole una patada al perro al llegar a casa. Esto produce cierto alivio de los sentimientos negativos, aunque el verdadero motivo puede no reconocerse conscientemente debido a que algunas personas no suelen detenerse a preguntarse el porqué de determinados sentimientos que están experimentando y no saben de dónde vienen realmente. En otras ocasiones, cuando el motivo de nuestra irritación es, por ejemplo, una ola de calor, puede ser difícil darse cuenta de esto, de forma que cuando alguien nos provoca o insulta, la alteración preexistente se suma con la ira sentida por la provocación y aumenta la posibilidad de agresión. Es decir, una ola de calor no nos vuelve agresivos, sino que puede hacer más intensos los sentimientos negativos que experimentemos por otros motivos.
Por otra parte, si tras provocar a una persona se la convence de que su alteración se debe a los efectos de una droga que acaba de consumir, por ejemplo, la agresión se reduce. Esto demuestra la importancia de nuestras interpretaciones, tanto de la situación como de nuestros propios sentimientos, a la hora de actuar de una u otra forma. Si nos convencen (o nos convencemos) de que algo en realidad no nos ha molestado y encontramos otra causa a la que achacar el malestar que sentimos y que sea incompatible con la agresión (como la influencia de una droga en el ejemplo anterior), este malestar se desvanece.
Factores que promueven o disminuyen la agresión.
Los padres agresivos tienen hijos agresivos, mostrando a sus hijos las formas de agredir y enseñando mediante su conducta que ésa es la forma apropiada de resolver conflictos. Se ha visto con frecuencia que los padres de niños que acabaron convirtiéndose en delincuentes no estimularon su buen comportamiento y fueron rudos o inestables o ambas cosas a la hora de castigarlos.
Las imágenes violentas en televisión pueden aumentar la conducta agresiva de los espectadores. Un estudio realizado durante 22 años con un grupo de sujetos demostró que cuanta más violencia habían observado en televisión a la edad de ocho años, mayor era la probabilidad de haber sido condenados por crímenes violentos a la edad de treinta años. Los niños que ven violencia por televisión se comportan con más agresividad y pueden acabar viendo la violencia como un comportamiento aceptable.
Ser testigo de la violencia conduce también a la habituación y a la indiferencia ante este tipo de actos, que pueden llegar a verse como normales. Un estudio realizado en 1987 mostró cómo las personas que ven con frecuencia películas de puñetazos apenas se inmutan ante la violencia hacia la mujer. La enseñanza de actitudes y comportamientos altruistas, incompatibles con la agresión, hacen que ésta disminuya, por lo que la educación juega un papel muy importante. Los niños que aprenden a respetar y a ser afectuosos con los animales son menos agresivos, así como aquellos que han aprendido a ponerse en el punto de vista de otros y conocer sus sentimientos.
La forma cómo vemos a los demás es importante. Si se percibe a una persona o grupo como subhumano, como alguien que apenas merece ser considerado una persona o como un simple objeto al que no se aplican las normas de moralidad, resulta mucho más fácil agredirle. Las imágenes de violencia contra las mujeres (de tipo sexual o no) las deshumaniza y aumenta la probabilidad de que se conviertan en víctimas. La semejanza y la pertenencia al mismo grupo puede disminuir la agresión. Hay más probabilidades de agredir a las personas diferentes, con quienes no nos sentimos identificados. Promover la igualdad ayuda a disminuir la violencia. Las actitudes machistas aumentan la violencia contra la mujer, existiendo en estos casos mayor probabilidad de malos tratos, acoso sexual y violación.
Cuando las personas se ven a sí mismas como integrantes de un grupo más que como individuos, tienen más probabilidades de sentirse arrastrados por el grupo y llegar a cometer atrocidades que nunca cometerían en otra circunstancia. Es lo que se denomina proceso de desindividualización, en el que las personas dejan de lado su identidad personal y sus propios valores para convertirse en algo parecido a autómatas que sólo siguen las normas del grupo. De ahí que sea importante saber mantener la propia identidad sin llegar a fundirse por completo con la identidad del grupo.
El propio hogar se percibe a veces como un lugar que nos pertenece y donde nosotros creamos las normas, al margen de la sociedad. Esto puede hacer que esas normas sean diferentes de las existentes en el exterior, variando enormemente el comportamiento de una persona dentro y fuera de casa. La permisividad social respecto al castigo físico a los hijos, la tendencia a no inmiscuirse en los asuntos familiares de los demás aunque se den comportamientos violentos y el hecho de percibir a los hijos como algo que nos pertenece puede aumentar la violencia hacia los niños. Las armas evocan pensamientos violentos y estos pensamientos hacen más posible la conducta violenta. Lo mismo sucede con cualquier otro objeto asociado a la agresión, como un puño cerrado.
La agresión es, desgraciadamente, un comportamiento bastante extendido y del cual somos testigos a diario, en cualquiera de sus formas. Tal vez el motivo principal es que funciona. El niño que golpea más fuerte es el que consigue el mejor juguete; los padres que pegan a sus hijos obtienen resultados; el hombre que se muestra agresivo puede conseguir el elogio de cierto tipo de hombres; el mal humor y los comentarios hirientes pueden servirnos para librarnos de hacer algo que no nos gusta. La agresión, física o verbal, directa o indirecta, es una forma asequible, rápida y, en ocasiones, fácil, de conseguir lo que queremos sin tener que molestarnos en pensar demasiado. Sin embargo, también tiene su precio: va siempre acompañada de sentimientos negativos, como hostilidad o ira que, además de hacernos sentir mal, aumentan el riesgo de problemas graves de salud, como enfermedades coronarias.
Puede ir seguida de sentimientos de culpa, llevarnos a ser rechazados por otras personas e incluso apartados del grupo (este rechazo puede dar lugar en los niños a problemas de aprendizaje). La repetición de actos agresivos da lugar a personalidades agresivas y la violencia continua vuelve a las personas insensibles hacia ella. Matar por segunda vez es siempre más fácil.
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¡Cuidado! Los niños sufren
Tuesday, April 14, 2009 at 9:48AM
¡Cuidado! Los niños sufren
Si pedimos a un adulto -cuyos padres no tuvieron un matrimonio feliz- que describa los recuerdos de su niñez, es probable que escuchemos historias de tristeza, confusión, falsas esperanzas y amargura. Sus padres pueden haber divorciado, o haber sido esas parejas que sólo seguían juntos "por el bien de los niños". No importa si una pareja está casada, separada o divorciada; cuando una madre y un padre muestran hostilidad y desprecio el uno hacia el otro, sus hijos sufren. Esto ocurre porque el desarrollo de un matrimonio -o un divorcio- crea una especie de "ecología emocional" para los niños.
Así como un árbol se ve afectado por la calidad del aire, el agua, y el suelo en su medio, la salud emocional de los niños está determinada por la calidad de las relaciones íntimas que los rodean. Sus interacciones como padres, influyen en las actitudes y logros de sus hijos, la capacidad para regular sus emociones para llevarse bien con los demás. En general, cuando los padres se preocupan y se apoyan mutuamente, la felicidad emocional aflora en los hijos. Pero los niños que está constantemente expuestos a la hostilidad que existe entre sus padres, pueden toparse con riesgos que ni siquiera son capaces de advertir.
No hay ninguna duda de que los niños se sienten afligidos cuando son testigos de las peleas de los padres. Sus reacciones varían entre: el llanto, quedarse inmóviles, tensionados, taparse los oídos, esconderse (o por lo menos taparse los ojos, creyendo que así dejará de existir tan terrible escena). Incluso los niños más pequeños, reaccionan ante las discusiones de los adultos con cambios fisiológicos tales como el aumento del ritmo cardíaco y la presión sanguínea. El estrés de vivir con el conflicto de los padres puede afectar el desarrollo del sistema nervioso autónomo de un pequeño, el cual determina la capacidad del niño para resolver problemas.
Los hijos de las parejas muy conflictivas obtienen clasificaciones más bajas. "La gran tragedia educativa de nuestro tiempo es que muchos niños están fracasando en la escuela, no por problemas intelectuales o físicos, sino por sus "desequilibrios" emocionales, producto del ejemplo emocional que reciben en el seno de sus hogares". Los niños educados por padres cuyos matrimonios se caracterizan por la crítica, la posición defensiva y el desprecio, tienen muchas más probabilidades de mostrar una conducta antisocial y agresiva hacia sus compañeros de juego. Tienen mayores dificultades para regular sus emociones, concentrar su atención y calmarse a sí mismos cuando se sienten perturbados. También, el "maltrato emocional " recibido por un niño puede manifestarse en problemas de salud, que pueden ir desde tos y resfríos hasta llegar a cuadros de estrés crónico.
Aunque esto puede resultar perturbador para los padres que están experimentando un conflicto matrimonial, hay esperanzas. En especial para las parejas de padres (casados o divorciados) que se sientan motivadas por cuidar y dar un buen ejemplo a sus hijos. La primera y más importante lección que una pareja de padres debe aprender es: No es el conflicto entre los padres, en sí mismo, lo que resulta tan perjudicial para los niños, sino la forma en que los padres manejan sus disputas. A menudo, las discusiones, los enfrentamientos y las disputas, dejan a los padres demasiado agotados y disponen así de menos tiempo y energía para dedicar a sus hijos. Estar presentes, desde el punto de vista emocional, ayudándolos a enfrentar los sentimientos negativos, escuchándolos y guiándolos durante los períodos de estrés familiar, hace que los hijos se sientan protegidos contra muchos de los efectos perjudiciales de la agitación familiar, incluído el divorcio.
El divorcio no es necesariamente lo que perjudica a los niños, sino más bien la intensa hostilidad y la mala comunicación que puede desarrollarse entre madres y padres, ya que éstas pueden continuar aún después del divorcio. Las formas adecuadas de abordar los conflictos entre padres, pueden ser aprendidas por ellos mediante una correcta "capacitación emocional", un amortiguador probado contra los efectos perniciosos de los conflictos matrimoniales y familiares en general. Los padres cuyos matrimonios son insatisfactorios, ofrecen un mal ejemplo a sus hijos sobre la forma de relacionarse con los demás. Los niños que son testigos de la agresividad, beligerancia o desprecio de sus padres entre sí, tienen más probabilidades de mostrar esta misma conducta en sus relaciones con sus amigos. Al carecer de modelos que les enseñen cómo escuchar con empatía y resolver los problemas en forma cooperativa, los niños siguen el libreto que sus padres les han enseñado, un libreto que afirma que la hostilidad y la actitud defensiva son respuestas adecuadas para el conflicto que la gente agresiva consigue lo que quiere.
¿Amas a alguien con depresión?
Tuesday, April 14, 2009 at 9:45AM
¿Amas a alguien con depresión?
Las relaciones en las cuales una persona está deprimida tienen nueve veces más probabilidades de acabar en divorcio. Pero no es siempre un esposo el que está deprimido; a veces se trata de un niño u otro miembro de la familia. En este artículo, sin embargo, nos centraremos en parejas deprimidas. La mayoría de la gente está de acuerdo en que la relación de pareja debe ser 50/50. Todos sabemos que esto es un ideal, y con el flujo de la relación, los porcentajes suben y bajan pero deben hacerlo en ambas direcciones. Por ejemplo, una semana la esposa da el 70% y a marido el 30% y otra semana el esposo da el 80% y la esposa el 20%. Éste es el modo "ideal" de funcionamiento de las relaciones.
Desafortunadamente, éste no es el caso cuando la depresión crónica se incorpora a la relación. Supongamos que el marido tiene depresión crónica. La esposa puede realizar muchas de las tareas que habitualmente realizaba el marido. Dependiendo de cuánto tiempo dure esto, una avalancha de emociones negativas comienzan a aparecer. Cuanto más se extiende este proceso, más resentida comienza a sentirse la esposa, de modo que empieza a sentir menos compasión por la persona que lucha contra la depresión. Para la esposa, es como ser una madre soltera mientras está casada. Muchas personas consideran que es más fácil ser una familia monoparental que vivir con un esposo que lucha contra la depresión, porque es como tener un niño con necesidades especiales, además del resto de responsabilidades.
Todo esto no significa que debamos culpar a la persona deprimida o vernos como víctimas. Es muy importante entender que todos sufren cuando la depresión ataca a un ser amado. La culpa solamente sirve para crear animosidad y distancia entre las dos personas. La pareja de alguien deprimido a veces se deprime también como resultado de vivir dentro de una "forma de vida deprimida" durante mucho tiempo. Se dice que la depresión es contagiosa y puede convertirse en una sombra sobre la pareja del deprimido o la familia. Es también importante considerar que la depresión no sólo puede ser genética, sino que puede también ser aprendida. Por ejemplo, la escuela más poderosa de nuestros niños es el propio hogar. Tanto los genes como el ambiente contribuyen a la depresión. La depresión se abre camino en los estados de ánimo, actitudes, comportamientos, tono de la voz, postura, perspectiva de la vida, higiene personal, éticas del trabajo, creencia espiritual, etcétera. Si vives en una "atmósfera depresógena" estás constantemente modelando y enseñando cómo deprimirse. Espero que esto sirva como inspiración para el cambio, no para sentirse avergonzado. La vergüenza sólo sirve para alimentar la depresión.
El primer paso en un plan de la acción es ser consciente de que lo que te pasa es que estás deprimido. Nombrar y aceptar el problema implica ganar la mitad de la batalla, para AMBOS esposos. ¿Por qué? Bien, cuando las personas se deprimen, no hay evidencia científica obvia para probarla. Pero la gente tiene una necesidad instintiva de saber lo que está causando tal dolor. La persona deprimida puede proyectar sus sensaciones negativas sobre las personas más cercanas a ella, es decir, esposo, jefe, niños, vecinos, etc. Si estás casado con una persona deprimida, en ocasiones te preguntarás por tu propia cordura. Puede que eches la culpa a fuentes externas por el sufrimiento de tu pareja. Sin entender, puede que le ataques, suponiendo que no se preocupa o es perezoso. Lo que parecen ser problemas maritales, puede, de hecho, ser una depresión, aunque los problemas de pareja pueden también desarrollarse al pasar el tiempo cuado la depresión no es tratada. Otro hecho importante es que los hombres y las mujeres experimentan la depresión de modos diferentes y cada uno responderá de un modo diferente cuando se deprime su pareja. Esto requeriría dos artículos separados para comenzar a discutir los aspectos del género implicados en la depresión.
Qué puede hacerse
Primero, date cuenta de que el enemigo es la depresión, no tu pareja. Es importante desarrollar un acercamiento a la depresión basado en el "nosotros" y no en el "yo". Un buen lema de la recuperación se puedo resumir como: "¿Podemos hacerlo? Sí, NOSOTROS podemos".
Haz todo que puedas para aprender sobre la depresión. Busca el consejo profesional. Si la depresión ha estado presente durante mucho tiempo, tanto la relación como la depresión requerirán atención. Crea planes de recuperación individuales y de pareja. Es la manera más segura de dar a la depresión el golpe que la saque de vuestras vidas. Anota tus planes de recuperación y pasa tiempo repasando, modificando y observando el progreso hecho. Una vez que se estabilice la depresión, crea una lista de los síntomas de "bandera roja". Esto sirve como una red de seguridad. Si se repiten estos síntomas, eso indicaría que has de estar atento. Entonces enumera soluciones que cada uno está dispuesto a realizar si nota que los síntomas vuelven a aparecer. Comprometeros por escrito a hacer esto y firmar ambos ese papel.
Crea sistemas de ayuda externos. Observa que no estamos hablando de sesiones de quejas hacia alguien externo a la relación. Hay una diferencia importante entre quejarse y expresarse. Las quejas solamente alimentan el resentimiento y agravan el problema, mientras que la expresión ayuda al proceso curativo. Tu red de apoyo puede abarcar a los amigos, colegas, iglesias, grupos de ayuda y cualquier lugar que consideres seguro para contar lo que te pasa. No ocultes tu ropa sucia en el armario, por así decirlo. A la depresión le encanta aislar a los individuos, parejas y familias enteras. Es una de las principales maneras de hacerla más fuerte. Haced actividades de recuperación juntos. Acudid juntos a sesiones de terapia. Participad en el asesoramiento externo juntos. Leed juntos libros sobre la superación de la depresión. Haced ejercicio juntos, o llevad juntos un registro de los estados de ánimo. Si tenéis hijos con una edad apropiada, educadlos sobre la depresión crónica. Y lo más importante: desarrollad el "nosotros". Sois tú y tu pareja contra este enemigo que es la depresión. ¡Juntos podéis hacer esto!
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Basado en el artículo de Turo-Shields, psicoterapeuta, www.Overcoming-Depression.com Psicoterapia virtual; Tratamiento con flores de Bach Test Libro electrónico de autoayuda Cursos de autoayuda; Copyright © Cepvi.com. Reservados todos los derechos. Información sobre copyright.
Tema El Noviazgo
Sunday, April 12, 2009 at 12:24PM
Sacado de PC Jovenes
Tema; El Noviazgo
En la palabra de Dios encontramos todo un capítulo dedicado al tema del noviazgo . En él se nos dan tantos detalles que verdaderamente sobresale lo minucioso que es nuestro Dios y sobre todo con este tema que es tan, pero tan importante, ni más ni menos que saber escoger con quien voy a pasar el resto de mi vida. La vida consiste en tomar decisiones a temprana edad jamás lograremos nada en esta vida. Desde luego no sólo hay que tomar decisiones, sino que hay que tomar las decisiones correctas que nos lleven a la felicidad en esta vida y a vivir por la eternidad con nuestro Padre celestial. En 2 de Timoteo 3: 16-17 me dice lo siguiente: Toda la Escritura es inesperada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Esto es verdaderamente maravilloso, no hay nada en la Palabra de Dios que esté de más, o que le falte, en ella encontramos los consejos, no sólo de un Creador maravilloso, sino de un Padre amoroso que quiere bendecirnos y quiere que nos vaya bien en esta vida. Comienza diciéndome que la Palabra es útil , no hay nada que no sirva. Todo lo que en ella hay es de gran utilidad para nuestras vidas diarias, en las grandes decisiones como en las pequeñas, su Palabra siempre será útil para enseñarnos, para convencernos de nuetros errores, para corrregirnos para instruirnos en todas las áreas de nuetras vida. El Señor dedica todo el capítulo 24 de Génesis al área del noviazgo. Está cargado de información en cuanto a ¿Cómo hallar a mi pareja? Es verdaderamente detallista la forma en que el Señor nos relata cómo es que Dios unió a Isaac y a Rebeca. Y si lo hizo con ellos, también lo puede hacer contigo, ya que Dios no hace acepción de personas. Nos lo dice en : Hechos 10: 34; Romanos 2: 11; Gálatas 2: 6; Efesios 6: 9; Colosenses 3: 25. El capítulo 24 de Génesis tiene 67 versículos llenos de guianza para emprender esta maravillosa aventura de encontrar al compañero (a) de nuestra vida. Algunos tal vez digan, - Pero eso fue hace miles de años, los tiempos cambian, las modas cambian. Sí, ya sé que todo cambia, sólo que hay dos cosas que no cambian, y siguirán siempre igual: Dios y nosotros los humanos. Por eso la Palabra de Dios se puede aplicar en cualquier tiempo y en cualquier persona sin importar la raza, la lengua o el nivel social en el que se encuetre. La naturaleza humana siempre será la misma. Tenemos que darnos cuenta que nuestro Dios siempre actúa por medio de principios y Satanás actúa siempre por medio de perversidades, distorsionando siempre la verdad absoluta de Dios. Génesis 24 es un capítulo de principios, principios que si obedecemos, la vida nos será más fácil, pero si no, vamos a sufrir mucho. Vamos a ver qué podemos aprender a través de la vida de esta pareja que Dios unió. Comencemos leyendo Génesis 24: 1-4. Quiero que veamos que Abraham representa a Dios Padre, el siervo de Abraham representa al Espíritu Santo, Rebeca representaba a todas las muchachas, e Isaac representaba a todos los muchachos. Con esto en mente, entremos a este capítulo para ver qué nos quiere hablar el Señor. Lo primero que encuentro es que veo a Abraham demasiado preocupado de que su hijo se fuera a casar con una de las hijas de los cananeos, un yugo totalmente desigual. Abraham quería el mejor matrimonio para su hijo. Así como Dios quiere el mejor matrimonio para ti. Mientra más cosas en común podamos tener, mejor, el matrimonio será más fácil . Abraham se daba cuenta que necesitaban tener unos cimientos en común. La cultura, el lenguaje, los valores morales y las costumbres de los cananeos eran totalmente diferentes a los de Abraham y su familia. No había manera de poder unir a estas dos cultural . La naturaleza de los cananeos estaba tan cancerosa que el Señor terminó borrándolos del mapa. ¿Cómo aplicamos esto a principios del siglo 21? Es sencillo, esto significa que debemos de analizar nuestras relaciones y ver si tienen suficientes cimientos en común como para unirnos a esa persona para el resto de nuestras vida. ¿En qué áreas debe de haber similitud? En el área intelectual Que se tengan más o menos los mismos estudios, la misma educación. No vaya a ser él un genio de la ingeniería y ella con dificultad puede leer los encabezados de los periódicos. En el área espiritual Ella ama al Señor Jesucristo con toda su alma, es la primera en el grupo de intercesión, se sabe todos los libros de la Biblia de memoria, está en el coro. Y se enamora de un muchacho que cree que las epístolas eran las esposas de los apóstoles. Ahí van a haber terribles dificultades en el futuro cercano. En el área social Por ejemplo, ella pertenece a la alta sociedad y él viene de un nivel económico bajo, ahí van a tener problemas tratanto de juntar a sus familias, se van a crear muchos conflictos estre ellos. Entiéndanme que yo no estoy tratando de que se casen con su gemelo (a), pero sí que revisemos estas áreas que pueden causar problemas más tarde. Algunos han de estar diciendo: - No, lo único que importa es que nos amemos. Pues sí, es muy importante el que se amen, pero también es muy importante el revisar todas estas áreas para evitar diferencias que podrían producir quebraduras en la relación. El matrimonio es díficil en sí, ahora auméntale diferencias, y la dificultad es aún mayor. Hay que examinar todos los aspectos y llegar a una decisión. Les suplico que no desechen estos consejos que nos da el Señor en su Palabra, puede ser fatal a su futuro. En 2 Corintios 6: 14-18 el Señor es bien duro y directo, nos dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y que acuerdo hay entre Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso". No podemos desechar la palabra de Dios sin sufrir las consecuencias. Necesitamos entender que los mandamientos de Dios vienen de un Padre Creador que sabe mejor lo que nos conviene que nosotros mismos. Él es la fuente de toda sabiduría y haremos bien en atender sus consejos. Él jamás se equivocaría. La segunda cosa en que veo que Abraham estaba interesado es en que el siervo permitiera que el Ángel del Señor interviniera al escoger a la muchacha para su hijo. Esta es otra área en la que debemos permitir que Dios intervenga. Yo digo, ¿por qué aventurarnos a la búsqueda de la persona con la que vamos a vivir por el resto de nuestras vidas, sin Dios? ¿qué necesidad tenemos de hacerlo a solas si el Señor nos promete que si lo reconocemos en todos nuestros caminos, él enderezará nuestras veredas? (Proverbios 3; 5-6). Realmente necesitamos permitirle al Senor que intervenga no sólo en esta área sino que en todas las áreas de nuestra vida. Existe mucha gente que ha llevado una vida difícil en sus casas y creen que van a encontrar la felicidad casándose, pero yo quisiera atreverme a decirles que la felicidad no se encuentra en el matrimonio, ni en ninguna otra cosa en la tierra. La felicidad sólo se encuentra en una persona, y esa persona es Jesucristo. Él es la fuente de gozo y felicidad. También hay mucha gente que pierde mucho tiempo buscando a la persona correcta, en lugar de estar conviertiéndose, él o ella, en la persona correcta, para que cuando encuentre a la persona correcta, formen la pareja correcta. Espero que me hayan entendido. Abraham le dijo a su siervo que no se preocupara, que el Dios del cielo, el cual lo había llamado, él le enviaría su ángel delante de él, y le ayudaría a encontrar la persona correcta. Génesis 24: 7. Y ciertamente el ángel intervino y el siervo hayó a la muchacha que Dios tenía para Isaac. Así que podemos contar con su guianza sobre natural para el día que le toque a cada uno. ¿Cómo? Orando. El siervo oró antes de encontrar a la muchacha.(Génesis 24: 12-15). Oró cuando la conoció (v. 26-27). Y oró cuando le dieron luz verde para que ya se la llevera a Isaac (v. 51-52). Moraleja: Hay que orar siempre, pedir la intervención de nuestro querido Dios. Yo digo, si Él nos dice que nos quiere ayudar en esto y todo lo demás, qué necesidad tenemos de hacer esto solos. Es sólo meternos en el peor lío de nuestra vida. ¿Para qué enfrentarnos a la segunda decisión más importante de nuestra vida, sin Dios? ¿Por qué hacerlo solo, si podemos contar con toda la ayuda del cielo?. Deja que Dios intervenga Esto es algo que no debemos hacer solos, sino debemos hacerlo acompañados con el Señor. Es, literalmente, suicidio lento con el Señor fuera de nuestra vida. Permite que Dios intervenga. En Génesis 24: 16 nos da más áreas que nosotros debemos cuidar y la tercera que yo encuentro aquí es el área de la belleza. Nos dice que la muchacha era hermosa. No estoy diciendo que la muchacha o el muchacho con el que te vas a casar debe ser una Barbie o un Ken, sí sabes a lo que me refiero. Pero lo que sí digo es que por lo menos a ti te debe gustar. Te debes sentir a gusto con esa persona, que no te dé vergüenza salir a la calle con ella, que no le pidas que se ponga una bolsa de papel en la cabeza con dos hoyitos en los ojos para que pueda ver, o le pidas que se vaya por el otro lado de la calle. Nuestro Dios no es un tirano que te va a obligar a casar con alguien que no te gusta, no sólo debe ser la voluntad de Dios, sino que que debe también gustar. Debe ser atractivo para ti, te debe gustar su apariencia. Y ya sé que saben esto pero se los quiero repetir sólo en caso que no lo supieran, pero la belleza exterior no lo es todo, sino que también la belleza interior es importantísima , ya que si sólo te casas con una carrosería, pero no tiene motor, tu vida va a ser un arrastre continuo. Hay personas que tal vez no sean unas reinas de la feria, o unos verdaderos príncipes, pero al conocerlos y tratarlos se da cuenta uno que son hermosos, por sus actitudes, su carácter, sus talentos. Y digo esto en serio, no es broma, no sólo lo exterior es lo que cuenta, aunque repito , te debe gustar también. Al seguir leyendo, el versículo 16 me sigue dando luz en cuanto a las áreas que debemos cuidar en el noviazgo y la que sigue es sumamente un aspecto delicado, me dice que la muchacha es virgen. Esta muchacha no sólo era hermosa sino que también me habla de su moralidad, me dice que en su área sexual era intachable, virgen. Yo creo firmemente que la voluntad de Dios es que tanto el hombre como la mujer lleguen vírgenes al matrimonio. Casi puedo oír a algunos de ustedes pegar un grito al cielo diciendo: ¡¿Que qué?! Pero, ¿cómo va usted a decir eso? Estos tiempos son diferentes, eso déjalo para nuestros abuelos o tatarabuelos, pero nosotros somos la sociedad moderna. Pues, seremos la sociedad moderna, pero una cosa te digo, en el tiempo de nuestros abuelos no había SIDA, ni todo el desastre moral que hay el día de hoy, con el hombre moderno y liberado. Estamos viviendo en una sociedad donde el sexo ha sido totalmente degradado , la viginidad se ha tratado como mercancía barata. A la virginidad se la trata como algo vergonzoso, y le preguntan tanto a la muchacha como al muchacho, ¿qué, todavía eres virgen? Como si fuera la plaga o algo de lo que hay que deshacerse lo más pronto posible. Una de las cosas que más me dan tristeza en esta vida, es la imagen equivocada que Hollywood le ha dado al mundo entero, especialmente a los jóvenes, acerca del sexo. Te muestran escenas donde dos jóvenes que se acaban de conocer tienen relaciones sexuales, se visten y cada uno sigue su camino como si nada. Lo ponen tan fácil y sin ninguna consecuencia secundaria, que los empujan a practicarlo. Desgraciadamente los jóvenes ignoran la realidad del sexo y cuando menos se lo esperan ya están metidos en terribles líos que les afectará el resto de sus vidas. Es mi oración que, al leer estos pensamientos, Dios traiga luz a tu vida y una nueva imagen de ti y del sexo opuesto venga a tu mente, y seas libre de todos los engaños que se han sembrado en tu mente y corazón, para que llegues a formar parte de una nueva generación que restaure lo que las generaciones pasadas han ignorado o pisoteado. Cuando Dios creó todas las cosas, incluyendo nuestras habilidades sexuales, dice la Biblia que vio Dios todo lo que había hecho, y vio que era bueno en gran manera (Génesis 1: 31). Cuando vio a Adán y Eva desnudos en el jardín del Edén, no les gritó desde el cielo, tapándose los ojos, -¡Tápense sucios! Dios creó todo limpio y sin maldad, desgraciadamente el hombre con su naturaleza caída han contaminado todo en esta vida. Como cristianos hemos dejado que un mundo pagano sea el que le enseñe a nuestros hijos, y nosotros nos hemos limitado a decirles: No lo hagan, es pecado. Pero no le hemos dicho por qué, tal vez, porque a nosotros nadie nos lo éxplico tampoco. Yo quisiera dejar algunas verdades en cuanto al sexo en sus corazones y a partir de ahí que ustedes lleguen a conclusiones y tomen lasdecisiones correctas que afectaran para bien su futuro. Primero que nada, el sexo es sagrado, no es algo con lo que se debe jugar, o tratar como cualquier cosa. El Señor es muy severo con los que usan el sexo antes de tiempo, o fuera de lugar. En 1 Corintios 6: 9-10 dice: ¿No sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se hechan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Si se dan cuanta, en esta lista de personas que no van a poder entrar a vivir por la eternidad en el reino de Dios, cuatro de los que menciona tienen que ver con el mal uso del sexo o su sexualidad: fornicarios, adúlteros, afeminados, o los que se hechan con varones. Todas estas prácticas a la larga, siempre traen destrucción en la vida de los que las practican, siempre. Así que Dios, para evitarnos sufrimiento, nos da las leyes de la vida, que no son para que nos muramos de aburrimiento, sino para preservarnos. Para que no suframos en esta vida y en la eternidad. Lo primero que quiero dejar establecido es que el sexo es realmente sagrado. El Señor nos lo dio como la señal del pacto entre un hombre y una mujer que han decidido unir sus vidas para siempre. Cuando el hombre entra en la mujer con su miembro y se rompe esa telita delgada que se llama himen, se derrama sangre y en ese momento se establece el pacto por medio del cual ese hombre y esa mujer quedan unidos para el resto de sus vidas en espíritu, alma y cuerpo. Ellos dejan de ser dos y se convierten en uno solo. Por eso es que no podemos andar teniendo relaciones sexuales con uno y otra saltando de cama en cama, estableciendo pactos eternos de esta magnitud con cualquiera. Esto es verdaderamente algo sagrado que no podemos pisotear o tomar a la ligera. Dios nos dio nuestras habilidades sexuales para que a través de ellas llegáramos a tener la relación más íntima entre el hombre y la mujer; para que aprendamos a dar, a amar; para la preservación de la raza humana; para que sintamos placer, como la señal del pacto establecido entre el hombre y la mujer. Y es lo que hace que dejen de ser dos y se conviertan en uno solo. Cuando escuchas la palabra sexo, ¿qué es lo que viene a tu mente?. Algo prohibido, algo malo, algo sucio, o algo de lo que no se debe de hablar. Bueno pues no es nada de eso. Es algo limpio, algo que fue creado por Dios, es un regalo de Dios para nosotros. Fue Dios el que lo creó, no la revista Playboy. En Génesis 1: 31 dice: " Y vio Dios todo lo que había hecho y vio que era bueno en gran manera". Esto incluye nuestras habilidades sexuales, esos sentimientos que tenemos, esa atracción hacia el sexo opuesto que no son del diablo, ni es pecado, Dios nos lo dio. Sólo hay que aprender a controlarlos o vamos a terminar siendos controlados por ellos. Tenemos que aprender a usarlos o seremos culpables de usarlos mal. Quiero dejar sumamente establecido algo sumamente importante: Sólo hay un lugar correcto para el sexo: el matrimonio. El sexo es para parejas casadas, entre esposos, únicamente. Ya me imagino todo lo que está viniendo a tu mente. Has de estar diciendo, _ ¿ Y este quién se cree que es para decirme semejante barbaridad? _Este sí que esta fuera de onda, es un anticuado de lo peor, arcaico. Hay que ponerlo en el museo de antropología. Tal vez tienes toda la razón de pensar así de mí por lo que te acabo de decir, ya que esa la forma de pensar de la sociedad en la que vivimos. Pero espero que cambies tu opinión después de que acabes de leer este esrito. ¿Sabías que hay razones poderosísimas por las cuales no debemos involucrarnos en relaciones sexuales ni antes del matrimonio, ni fuera de él? Y son razones que no sólo son porque en la Biblia nos lo dice o algún religioso te lo demanda. No, son razones bien lógicas y reales, o más bien, podríamos llamarlas consecuencias, y resultados que vienen por no hacerle caso a nuestros Dios amoroso y pensar que nosotros somos más inteligentes que Él. Sabes, cada vez que Dios nos dice que no a algo es porque Él ve el tremendo peligro y las terribles consecuencias que hay para nosotros. Desgraciadamente nos creemos más inteligentes que el Señor y caemos en cada trampa. Tenemos la libertad de hacer lo que nosotros queramos, a la hora que queramos y con quien queramos, pero no nos conviene. No porque soy libre, me voy a tirar de un edificio de 10 pisos de cabeza, o voy a salir a comerme una piedra. Soy libre pero no tonto. No todo me conviene. Tenemos que tener límites, o seremos destruidos. En 1 de Corintios 6:12 dice algo muy interesante y lógico: Todas las cosas me son lícitas (permitidas), mas no todas me convienen, todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. Debemos usar más seguido nuestro cerebro, nuestra inteligencia y nuestra lógica. Desgraciadamente casi no usamos nada de eso. Yo te invito a que razones las siguientes consecuencias por usar el regalo de Dios fuera de su lugar. 1-Embarazo. 2-Enfermedades venéreas 3-Tener que casarse (en vez de querer casarse)